LESLY GONZÁLEZ POR EL CAMINO DE LOS SUEÑOS

Sus primeros vínculos con los caballos se dieron cuando Lesly González, hoy de 21 años, era solo una niña. Partió siendo cuidadora de caballos, primero en el Hipódromo Chile, y luego en el Club Hípico. Fue ahí donde descubrió este mundo que años más tarde se convertiría en su profesión.

“Fue como a los 15 años que comencé a interesarme por galopar. Mis primeros pasos se dieron donde Sergio Romero, y apenas obtuve mi patente a los 18 años, me dediqué por completo a profesionalizarme y enrielar mi rumbo para convertirme en jocketa”.

Para Lesly esta ha sido una experiencia maravillosa. “Si bien es un ambiente en donde la mayoría son hombres, yo he encontrado mucho apoyo y jamás me he sentido discriminada. Esto me facilitó  el camino para estar corriendo en poco tiempo”.

Un año es el que lleva esta joven jocketa en las pistas consiguiendo algunos triunfos. “Tengo ciertos caballos regalones, entre ellos Ciro Alegría. Es el primer caballo que corrí y con el que he ganado dos veces”.

Fuerza, coraje, convicción, belleza y simpatía son cualidades que van describiendo la personalidad de Lesly. Fuera de las pistas es dueña de una femineidad y delicadeza cautivante, pero cuando compite saca todo ese potencial que corre por sus venas, demostrando que en las pistas está al  mismo nivel que sus colegas hombres.

“Acá no hay espacio para sentirme menos que ellos. Estamos al mismo nivel y esa es una convicción que debes tener si te vas a dedicar a esta profesión. En lo que sí pueden haber algunas diferencias es en la emocionalidad en cómo te enfrentas al caballo, o la manera en cómo asumes las derrotas o los triunfos.  Pero te diría que en los otros planos no existen mayores diferencias cuando de ganar se trata”.

Michelle Castillo y Katherine Weilby son dos jocketas a las que Lesly admira. Esta última es su actual compañera. “Creo que faltan más mujeres presentes en la hípica; por ello,  les diría a todas quienes se sienten atraídas por este mundo, que se atrevan y que no duden en seguir sus sueños. Doy gracias a mi familia que me apoyó en todo momento, por lo que pretendo seguir dando lo mejor de mí y perfeccionándome. Sé que las mujeres tienen aún mucho por decir y mostrar en esta profesión”.